3/10/10

El cliente mala onda

"Hace mas de veinte minutos que estoy esperando para que me atiendan", se escucha al otro lado del teléfono. Una voz quebrada y un murmullo constante de fondo hacían que la conversación fuera insostenible. "La tarjeta me quedó en el cajero, me la chupó esta maquina de mierda" sintetizaba la mujer a punto de un ataque de nervios. Era fácil imaginar su aspecto: totalmente transpirada, despeinada y puteando a todo el que se le acercara en ese momento. Seguramente había estacionado el auto en la puerta del cajero y su intención era seguir camino rápidamente. Sin embargo, no tuvo en cuenta que las maquinas a veces pueden fallar.

"Me podes decir qué hago. Por que me yo necesito el dinero ahora, ya!", continuaba su discurso la señora sin entender que la tarjeta no podría recuperarla durante el fin de semana. "La tarjeta hay que darla de baja por seguridad. Si no la quiere anular, el lunes la reclama en el banco bajo su responsabilidad. Si la cuenta sufre algún movimiento el banco no se hará cargo", le advertía el operador, mientras escuchaba un sin fin de malas palabras que se escapaban de boca del cliente. "No me estas dando una solución. Te rompo todo el cajero", sostenía la señora al otro lado de la línea. Sin dudas, esa mujer jamas podría trabajar en un call center. Su poca paciencia ante situaciones adversas no se lo permitirían.

"A ver nena si me entendes. Yo necesito el dinero ahora, así que me mandas a alguien a que arregle esta mierda" insistía sin darse cuenta que su reclamo no tendría una solución inmediata. Existe un conjunto de palabras que muchos clientes piensan que realmente asustan a quien esta atendiendo el teléfono. Lo que no saben, es que lo que el operador les dice es una orden que recibe. Cuando se dan cuenta que no obtendrán lo que busca, intentan persuadir al telefonista recurriendo al "miedo". "Dame tu nombre completo y pasame con el supervisor". Sin embargo, no existe frase más patética que esa. Es claro: el jefe le dirá exactamente lo mismo que le acababan de decir.

Finalmente, cuando por un instante logran entender lo que uno les dice, se toman un respiro de insultos y amenazas para consultar con algún familiar que es lo que les conviene hacer. Muchos de este tipo de clientes, suele iniciar la llamada sacando "chapa": "Soy fulana de tal, y soy abogada". Sin embargo, deben entender que eso no cambiara nada y las respuestas serán las mismas que recibirá cualquier otro llamado de ese tipo. Como la característica principal de este tipo de personas es la de no dar el brazo a torcer, suelen terminar el llamado de la siguiente manera: "Voy a hablar con el gerente del banco para que me devuelvan la tarjeta ya. Cualquier cosa vuelvo a llamar". Sin emabrgo no pasan cinco minutos, que están nuevamente en linea y lo peor de todo, haciendo lo que vos le habias dicho desde un principio.

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