15/11/10

Despejar la cabeza

La vida de los operadores telefónicos no se limita solamente a atender el teléfono. Es claro que además de sus obligaciones, los telefonistas en su mayoria son jovenes y a todos les gusta salir a divertirse. El despeje y la distracción son vitales en la vida de cualquier trabajador, pero más si el trabajo en cuestion de trata de lidiar con la gente durante ocho horas seguidas. Por eso, es recomendable que los jovenes se dispersen y aprovechen los francos, no para hacer horas extras, sino para despejar la cabeza acudiendo a actividades que los hagan sentir bien.

Así como algunos disfrutan de ir a bailar, mi mejor manera de despejar la cabeza, aunque suene contradictorio, es yendo a ver a Divididos. Un poco de buen rock and roll me reconforta para afrontar mi semana pegada al teléfono. Como bien figura en el blog http://www.40dibujosahienelpiso.blogspot.com/, la aplanadora del rock esta en plena presentación de su último disco "Amapola del 66", sin embargo el power trio hace años que no abandona los escenarios argentinos. Hace dos años, cuando todos pedían a gritos la aparición del nuevo material, viví uno de mis mejores cumpleaños.



Ricardo Mollo - 29/08/08
Aquel cumpleaños del 2008 no fue uno más. Fue especial, triste, distinto. Hacia unos pocos días había perdido a una de las personas que más me marcó en la vida: mi tía Graciela. Con ella había compartido prácticamente toda mi vida. Vivió conmigo y mi mamá a partir que mis viejos se separaron, cuando yo tenia apenas diez años. Ella era especial, de carácter fuerte pero super cariñosa. Estuvo dos años peleando contra un cáncer complicado, habían pasado dos operaciones, rayos, sesiones de quimioterapia y más, pero llego un día en que su corazón no resistió más.

Ya pasaron más de dos años de aquél momento. Ella falleció un 20 de agosto, a tan sólo nueve días de mi cumpleaños. Justamente para esa fecha (29 de agosto), Divididos se presentaría en el Teatro de Flores. Ya tenía mi entrada desde hacia un tiempo, pero a raíz de lo sucedido, no sabia si iría al show. Finalmente seguí los consejos de mis amigos y decidí ir. Ellos habían ido más temprano para ocupar un lugar en la valla, pero yo llegué sobre la hora porque había estado atendiendo el teléfono hasta las ocho. El show arrancó con la fuerza que caracteriza a la aplanadora, pero yo tenía la cabeza en cualquier lado.

La banda llevaba aproximadamente una hora y media sobre el escenario. Habían pasado Crua Chan, Alma de budín, Nene de antes, Como un cuento, y las populares Par mil y Spaghetti del rock. El recital ya estaba llegando a su fin y era el turno del famoso Cielito lindo. La presión de la gente era cada vez más fuerte, y por tal motivo le solicite a la persona de prevención que me alcanzará una botellita de agua. Fue en ese momento cuando escuche: "Bueno, hoy tenemos una noche muy especial, ya que tenemos una cumpleañera". Las palabras provenían del escenario. Al oír eso levante la vista inmediatamente. Yo estaba ubicada justo frente a Ricardo que continuo: "Bueno Anita, que tengas un muy feliz cumpleaños. Trata de pasarla lo mejor que puedas".

Suele suceder que si uno esta sensible y alguien toca el tema en cuestión, se pianta un lagrimon. Y eso sucedió, mientras Ricardo me miraba y comenzaba con los primeros acordes de Cielito lindo. Como pude le di las gracias, simplemente por el gesto que había tenido. Fue único e inolvidable. La persona que menos había imaginado me había dicho la palabra justa en un momento en que sentía, como dice Divididos, "mezcla rara de angustia y cañita voladora".




Escucha un pedacito del show de aquel dia:

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